
“En un planeta limpio alcanza el hombre su plenitud”
La sociedad actual
Esta tendencia, gracias a las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación, ha generado lo que hoy se denomina la sociedad del conocimiento, que se caracteriza por la producción abrumadora de nuevos conocimientos en todos los órdenes del saber, y su acumulación y codificación eficaz en una verdadera economía del conocimiento.
Si en la prehistoria, antes de la invención de la escritura, el hombre utilizó su memoria como registro de los conocimientos generados, y su voz como medio para expresarlos y difundirlos, con la invención de la escritura pudo consignar estos en tablillas de barro, en papiros, en papel, en muros, en libros.
Hoy gracias a las herramientas informáticas todo ese acervo abrumador de conocimientos generados, pueden ser codificados y guardados, con eficacia, efectividad y rapidez; y, más todavía, puesto al alcance de quien lo necesita, justo a tiempo, para transformarlo en valor agregado.
En el siglo de Newton o de Darwin, a los científicos les costó mucho tiempo enterarse de sus teorías revolucionarias. Hoy, gracias a la fibra óptica, a los procedimientos de registro informático, discos duros cuya capacidad de almacenamiento se mide en terabytes, a las bases de datos sofisticadas a los sistemas expertos, y a la alta tecnología en comunicación, esos conocimientos pueden estar a disposición de quien los necesite casi al mismo tiempo en que se están generando.
Todos sabemos que una investigación científica requiere de las herramientas informáticas para la elaboración del anteproyecto, el protocolo, el seguimiento paso a paso del proyecto pero también para observar, cuantificar y desarrollar modelos y simulaciones de lo que se está investigando.
La comunicación en línea a través de internet con colegas de cualquier parte del mundo para compartir información y experiencias y la participación en teleconferencias y telepláticas conjuntas con voz e imagen, es un factor determinante del éxito de todo proyecto de investigación.
“Esta nueva sociedad”, afirma León Olivé (2007) “se debe, entre otros factores, al acelerado avance científico y tecnológico que condujo al rápido crecimiento de las tecnologías de.la información y de la comunicación (TIC).” Y agrega que “Como consecuencia de este auge, se produjo una capacidad inédita para generar, acumular, procesar, distribuir y transferir tanto información como conocimientos, posibilitando su circulación global, además de propiciar interacciones más intensas y frecuentes entre diferentes grupos. “Así”, continúa diciendo, “las producciones e intercambios de conocimientos se incrementaron, dando lugar al nuevo mercado del conocimiento característico de la época actual.”
Lee y Gibson (2002), afirman que “La acumulación, la transferencia, aplicación y difusión del conocimiento son las claves para la prosperidad económica sustentable en la economía globalizada emergente del siglo XXI. Los avances rápidos en las tecnologías de la información y la comunicación (ICT) y el abatimiento de los costos de la producción, procesamiento y difusión del conocimiento están transformando las actividades sociales y económicas en todo el mundo(…) La revolución en el conocimiento es críticamente diferente de la pasada revolución industrial en que está basada sobre un cambio en la creación de riqueza valorada en cosas físicas a fuentes intangibles basadas en el conocimiento” (citado en Robles, P. H. 2005).
Tal es el signo de la sociedad del conocimiento y tal es la misión de la economía del conocimiento.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Lévy, Maurice y Jouyet, Jean-Pierre (2006), RAPPORT DE LA COMMISSION SUR L’ÉCONOMIE DE L’IMMATÉRIELinmaterielreasumen.doc innmateriel2.doc)
Fukuyama, Francis (2002). La fin de l’homme, les conséquences de la révolution biotechnique. Paris :Gallimard.